PRUEBAS OBJETIVAS EN EL AULA DE CLASE

¿Qué son las pruebas objetivas?

Las pruebas objetivas en el aula de clase se conciben como instrumentos técnicamente construidos que permiten a un sujeto, en una situación definida (ante determinados reactivos o ítems), evidenciar la posesión de determinados conocimientos, habilidades, destrezas, nivel de logros, actitudes, características de personalidad, etc.

¿Para qué sirve?

En un currículo organizado en competencias en la evaluación de proceso no significa que se dejen de realizar este tipo de pruebas.

Sin embargo, éstas deben evaluar la aplicación del conocimiento.

Los conocimientos básicos actuales, aunque requieran cierto grado de memorización, son de otro carácter, más integradores, de conocimientos contextualizados, no de datos aislados.

Es importante indicar que las pruebas objetivas deben enfocarse en:

  • Hacer énfasis en conocimientos conceptuales de mayor nivel cognoscitivo,
  • evaluar la comprensión integradora,
  • información contextualizada significativamente,
  • capacidad de hacer discernimientos y juicios de valor,
  • competencias personales, sociales, actitudes, intereses, valores y competencias procedimentales.

Características que deben tener las pruebas objetivas en el aula de clase

Objetividad:

Es la eliminación del juicio personal para que no influya en el resultado de la evaluación.

Se refiere a lograr el propósito de la evaluación. Una prueba es válida cuando mide lo que tiene que medir.

Para aumentar la validez de una prueba se recomienda formular claramente las instrucciones, usar un vocabulario adecuado, evaluar lo que se ha desarrollado en clase y dar el tiempo suficiente para resolver la prueba.

Confiabilidad:

Es el grado de exactitud con que un instrumento mide los que en verdad mide.

Esto se verifica cuando los resultados en sucesivas aplicaciones de una prueba, con poco tiempo de diferencia, son similares.

Adecuada construcción:

Se refiere a que los enunciados de la prueba sean claros en lo que se solicita, que los distractores sean adecuados, que proporcione suficiente espacio para que los estudiantes desarrollen sus respuestas, que todas las opciones queden en la misma página, entre otras observaciones.

Validez:

Para que una prueba sea válida ha de medir lo que debe medir aquello para lo que ha sido elaborada.

En una prueba abierta por ejemplo, un evaluador puede dar una puntuación más alta a un alumno que redacta mejor que otro, aunque este alumno tenga mayores conocimientos sobre los saberes o competencias evaluadas.

En ese caso, la prueba no media lo que debía medir. Una prueba para saber si es válida sería cerciorarnos de si se lograron los objetivos de aprendizaje propuestos.

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Tipos de pruebas objetivas en el aula de clase

Pueden ser de los tipos siguientes:

Tipos de pruebas objetivas en el aula de clase
Tipos de pruebas objetivas en el aula de clase

Pruebas de respuestas libres y limitadas

Estas pruebas requieren una respuesta muy breve y exacta que ha de crearla totalmente el sujeto sin que existan sugerencias en la pregunta, contestando mediante una palabra, número o indicación.

Realmente no deberían incluirse entre las pruebas objetivas, al exigir del sujeto recuerdo y no sólo reconocimiento.

Pruebas de doble alternativas.

Estas pruebas son una de las modalidades de selección de respuesta en las que las propias respuestas forman parte del ítem.

El alumno debe identificar la opción correcta.

En las pruebas de doble alternativa la respuesta se estructura en forma bipolar, cada una de las respuestas excluye a la otra.

El estudiante evaluado ha de emitir un juicio acerca de cada una de las proposiciones que se le hacen mediante expresiones tales como:

  • Verdadero/Falso.
  • Sí/No.
  • Correcto/Incorrecto.
  • Siempre/Nunca
  • Hechos/Opiniones
  • Otras bipolaridades semejantes.
Ejemplo de pruebas de doble alternativas
Ejemplo de pruebas de doble alternativas

Pruebas de respuestas múltiples

Es el tipo de pruebas objetivas más utilizado y recomendable. La pregunta ofrece generalmente de tres a cinco posibilidades de respuesta.

El alumno deberá encontrar entre ellas la respuesta (o respuestas) correcta a la cuestión planteada.

Cada ítem se compone de:

  • Proposición inicial, raíz, pie o base del ítem
  • Respuesta correcta.
  • Distractores/alternativas incorrectas
Pruebas de respuestas múltiples
Pruebas de respuestas múltiples

Pruebas objetivas de asociación y respuestas por pares

En estas pruebas se trata de establecer una relación lógica por grupos de elementos en dos o más columnas de palabras, números, símbolos, frases, etc. Son una variante de los de selección múltiple.

La característica que distingue a éste de aquél, es que hay varios problemas cuyas soluciones tienen que buscarse en una sola lista de respuestas posibles.

Pruebas de ordenamiento

Este tipo de pregunta requiere elegir la opción que contiene el ordenamiento o secuencia correcta de diversos elementos.

La base del reactivo indica que la situación por resolver es ordenar, con base en algún criterio, una serie de elementos presentados al azar en una lista.

Las opciones se forman a partir de la combinación de varios ordenamientos y sólo una combinación es correcta.

Ejemplo de pruebas de ordenamiento
Ejemplo de pruebas de ordenamiento

Pruebas de definición

En las pruebas de definición se pide la identificación de un concepto, que exprese exactamente lo que es.

Se trata de relacionar todos los rasgos que corresponden a una determinada especie.

Para su construcción recomendamos lo siguiente:

  • Hacer juicios exactos y bien formulados.
  • Juicios exactos pero expresados incorrectamente.
  • Juicios que muy inexactamente delimitan el objeto, incluyen objetos que no corresponden o excluyen otros que debían incluirse.
  • Incluir juicios errados.

Conclusión

Recuerden, que las pruebas objetivas siguen siendo importantes en la evaluación de los estudiantes.

Sin embargo, no deben emplearse para evaluar teoría sino para evaluar la aplicación de lo que los estudiantes han aprendido.

No dejar de evaluar el “que”, para enfocarse en el “para qué” y “el por qué”.  

Referencias bibliográficas

Ahumada, Pedro. 2001. La evaluación en una concepción de aprendizaje significativo. S.E. Ediciones Universitarias de Valparaíso. Chile. 200 Págs.

Argurin, Yolanda (2005) Educación basada en competencia: nociones y antecedentes. México. Editorial Trillas.

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